Chapter Text
¿Sabes lo que pasa en mi corazón?
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Tomó su medicamento correspondiente y guardó la otra para tomarla en el almuerzo, le habían explicado lo que pasó y que los resultados de sus análisis saldrían en una semana, estaba estresado por los días anteriores, aunque Craig estaba muy al pendiente de él al igual que Clyde y Token, estuvo en cama por tres días y esos tres días sus amigos estuvieron con él haciéndole compañía para hacerlo sentir mejor y vaya que ayudaban pero no era suficiente ya que él quería salir; por fin le habían dado el permiso aunque con la estricta regla de tomar sus medicamentos al pie de la letra era estresante para él despertar a mitad de la madrugada a tragarse una mugre pastilla y luego intentar dormir con el estómago revuelto.
Atrapado en sus pensamientos no notó el semáforo de la calle, no hasta que escuchó la bocina del claxon sonar con fuerza, oh Dios ¿Es su fin? Si, su fin. Dios, quizás siempre fue budista pero creía en ti y le estabas pagando mal.
Cerró sus ojos con fuerza pero al momento sintió como el peso de alguien golpeó con el suyo lo que provocó que salieran del camino, el golpe del suelo fue amortiguado por los brazos de su salvador quien fue el que recibió el crédito de los daños.
—¡Jesucristo! — dijo alterado en el pecho del desconocido.
— Uhg. ¿Estás bien?
— E-estoy bien... ¡Ngh! Bien — contestó apenas, el corazón del desconocido latía acelerado por el miedo y el cansancio de correr hasta alcanzarlo — Gra-Gracias.
La gente a su alrededor se comenzó a juntar, los autos dejaron de movilizarse para que ellos pudieran ponerse de pie y así fue, Tweek por fin conoció el rostro del desconocido que salvó su vida, un rostro pálido con maquillaje oscuro, el cabello negro y teñido de rojo que tapaba parte de su rostro, llevaba joyería en la cara y en las orejas ¿Lo había visto antes?
— ¡Por Buda! ¿Estás bien tu? — preguntó pronto alterado y tomando de los hombros a aquel sujeto — Ooh, seguro que no ¡Lo siento!
— Tweek, tranquilo.
— ¿Cómo quieres que esté tranquilo si...? ¿Tweek? ¿Sabes mi nombre? — Preguntó un poco desconcertado.
El claxon de los coches y autos sonaban para que se quitaran de en medio y así fue, se quitaron de inmediato para que pudieran pasar y seguir su camino, al llegar a la banqueta Tweek volvió a cuestionar al chico alto.
— Oh, te conocí en la primaria — respondió de la nada — ¿No me recuerdas?
— ¿En primaria? — dudó un poco, ¿eso era cierto? — lo siento, no lo recuerdo.
— Creo que es normal, me juntaba con mis amigos detrás del salón.
— ¿Ah, si? — los cables conectaron en su cabeza ¡Ya sabía! — ¡Ah, si! ¡Son los góticos que estaban detrás!
— Vaya, eres el primero que no nos llama "emos".
— Los emos son extraños — comentó aquel rubio haciendo una expresión de incomodidad.
El contrario sonrió un poco, ese chico si que es tierno.
— Concuerdo contigo. Mi nombre es Pete.
— U-un gusto, mi nombre... — pausó un poco para luego reír divertido — Ya lo sabes ¡Ngh!
Conversaron un poco más Tweek supo que estudiaba en su misma universidad, solo que en diferentes aulas con diferentes horarios por eso no se habían encontrado, se acompañaron el uno al otro hasta llegar al lugar de destino.
— ¿Te parece si saliendo de aquí vamos por un batido? — propuso Pete.
— Hum. Lo siento, no puedo comer cosas dulces...
— ¿Por qué?
— Me enfermé y estoy en una dieta estricta.
— Ya veo...
— Pero... podemos ir al arcade y pasar el rato allí.
Aquella idea era un poco rara para alguien como el gótico pero en esos ojos solo veía pequeña inocencia, así que aunque el ambiente esté del culo, era seguro que iría.
— Me parece perfecto.
— ¡Genial!
— ¡Tweek! — una tercera voz llegó a los chicos, el rubio distinguió a Craig y pronto su corazón se aceleró. Cuando este llegó miró a Pete de pies a cabeza.
— ¿Soy o me parezco? — preguntó sin rodeos el gótico.
— Tsk — chasqueó la lengua y miró al más bajo de ambos — Tweek ¿Quién es este?
— "Este" tiene nombre — le miró con el ceño fruncido — se llama Pete, él me... — hizo una pausa, si le dice del casi accidente seguro que lo regaña — él me acompañó hasta aquí.
— ¿Ah, si? — miró a Pete — bueno, gracias, puedes irte.
Oh cielo santo ¿Por qué se estaba portando tan grosero? Es un idiota andante sin alguna duda.
— ¡Craig! — reclamó el más bajo.
— ¿Qué?
Tweek le miró molesto, luego relajó su mirada para voltear a ver al chico de aura tenebrosa (según Craig) quien le sonrió amable.
— Te veré aquí después de clases.
— Sí, nos vemos.
El de ojos azules sacudió su mano para despedirse de él y lo vio irse. Craig miraba algo raro la escena ¿Qué tipo de amigos conseguía Tweek? No, más importante ¿Ya se conocían de tiempo?
— ¿Después de clases? — cuestionó — Tweek, creí que iríamos con los chicos a la casa de Tolkien.
Cierto, se le había olvidado pero sin embargo no pensaba ir, pues... iba a ser incómodo y no solo por Craig y Thomas.
— Craig — le habló — cuando se hacen esas juntas me siento extraño.
— ¿Por?
— Ya sabes — alzó el dedo índice de su mano izquierda — irán, Bebe, Clyde, Nicole, obviamente Tolkien, Thomas y tú.
— ¿Y que tiene eso de malo? — preguntó cruzando sus brazos.
De verdad no entendía la estupidez que a veces Craig tenía y se supone que es un nerd, je, un nerd estúpido.
— Ya sabes — dijo sarcástico — ¡No quiero ser el mal tercio allí! — le aclaró — Bebe es novia de Clyde, Nicole de Tolkien, tú de Thomas. En lugar de que esto parezca reunión de amigos parece reunión de parejas y al idiota que ni una mosca se le pega.
— Tweek estás exagerando.
— Olvídalo, no me quiero volver a sentir así.
No pensaba discutir con él, no con Craig, la persona que más ama, solo se retiró y siguió su camino a paso rápido. Siempre se sintió inferior a ellos pues ellos tenían sus parejas, cuando veían películas de terror podían abrazarse entre ellos pero ¿él? Él ni siquiera podía abrazar la almohada, luego veía como Craig besaba por corto tiempo a Thomas para calmarlo o como Clyde se escondía en el hombro de Bebe ¿Y qué decir de Nicole y Tolkien? La pareja perfecta sin duda.
Quería imaginar que sus sentimientos se irían al caño si veía más de estos convivir pero no, incrementaban cada vez más y más haciéndose cada vez más fuerte. Cuando miraba a Craig y a Thomas no podía evitar imaginarse a él entre los brazos del azabache de atuendos azules, aquello lo caracteriza muy bien al igual que el chullo azul que usa de vez en cuando, más cuando hay nevadas.
Miraba la hora y por primera vez las sentía aburridas y lentas, no es que tuviera ansias de salir si no que entre más pronto llegara a casa, más pronto se refugiaría en su miseria; oh, aunque hoy había una excepción. Así es, Pete. Ow vaya, quizás ese día no iba a ser tan malo... después de todo Pete fue el primero en ofrecerle salir a tomar algo plan que fue cambiado por ir al arcade a jugar videojuegos.
La hora del almuerzo llegó, salió y a lo lejos pudo ver a sus amigos pero no a la pareja principal, era un alivio. Se acercó y saludó al castaño y al azabache moreno.
— ¡Y tú! — Clyde levantó la voz para usar su dedo índice y señalar a Tweek — ¿Quién te crees? ¿Millonario?
— Ya no te has venido a juntar con nosotros ¿Qué? ¿Acaso te pasamos las pulgas?
Tolkien rió suavemente por aquella acusación y luego ver al rubio entre asustado y nervioso, por Dios, no daba crédito al teatrito de Clyde.
— Creí que nos amabas — exageró limpiando lágrimas imaginarias de su rostro — y que... y que nunca nos ibas a de--
— ¡Clyde! — interrumpió Tweek — Amigo, que quiera pasar el rato a solo no significa que deje de quererlos.
— Estoy de acuerdo, a veces Tweek necesita ser Tweek — apoyó el afroamericano — así como a veces tu estás a solas siendo Clyde con tus tantos tacos y así como yo que me hundo en mis hobbies.
— ¡Oye negro! ¡No me ayudas!
— Es que es la verdad — rió Tolkien.
Ah... ya le hacía falta hablar con sus amigos y reírse de cualquier estupidez, más sin embargo no se puede ignorar que hay un puesto vacante y a la vez uno sobrante, así es... el puesto vacante de Craig y la sobrante de Thomas. Uh, odiaba tener esos sentimientos tan estúpidos, no odiaba a Thomas porque es la persona que está haciendo feliz a Craig y si eso es suficiente para verlo feliz aunque no sea a su lado, estará bien.
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— A-aa... a veces siento que ¡Ugh! Que Tweek me odia ¡Coño!
— No, Tweek no puede odiar a nadie — negó Craig.
— ¿No?
— No. Es amable y muy raro a veces — explicó — a veces parece ser un bicho raro pero sin duda es el bicho raro más amable que conozco.
Thomas escuchaba atento lo que su novio hablaba de Tweek, si, desde el principio notó lo buena persona que es aunque también notaba como prefería mantenerse lejos cuando ellos dos estaban juntos ¿Ese era su comportamiento raro? Quizás ambos no padecen lo mismo pero poseen una similitud familiar con sus ataques. Se recargó en el hombro de Craig mientras le oía.
— ¿Y sus análisis ya salieron? — preguntó interesado.
— No, a mi parecer será la próxima semana, le dirá que tiene — recordó la vez que el médico dio aviso por medio del teléfono de la casa.
Ese día Hellen y Richard tenían que abrir Tweek Bross, mientras Craig cuidaba de su amigo junto a Clyde y Tolkien para subirle los ánimos, noo pasó de largo contestar la llamada y pasarle el anuncio a los padres del rubio.
— Ya veo... — miró hacia el cielo — ¡Ah, i-imbécil! ¡Hijo de p-puta!
Craig rió suavemente y abrazó a su novio por los hombros para así tenerlo mejor recargado en su hombro y casi cuello, pegó su cabeza sobre la cabeza del rubio y habló:
— ¿Ya te dije lo genial que eres?
— U-uh... si, muchas veces.
— Pues lo vuelvo a repetir, eres genial — afirmó y volteó a ver a su querido novio quien tenía un rubor notable en sus mejillas, sonrió de lado y se acercó a besar solo su frente.
Era un momento emotivo y tan tierno de parte de ambos, parecían niños chiquitos mimándose el uno al otro, porque así era Craig solo con Thomas, el chico rudo se hacía débil en presencia de su novio. A veces a Thomas le entraba inseguridad de si estaba bien estar con Craig, ya que todos se burlaban de él y otros le decían lo desagradable que era, Craig fue el único que se acercó con buenas intenciones al punto de decirle si le lavaba la ropa; por eso se enamoró de él, del Craig que ama todo de él incluso esa horrible condición que no lo dejaba vivir con normalidad.
A la hora de salida Craig esperaba a su novio fuera de la universidad, este le dijo que se atrasaría un poco porque debía entregar unos proyectos al igual que debía llevar unos papeles a la oficina del director por órdenes de su profesor. Miraba su celular algo aburrido mientras revisaba sus redes sociales y contestaba algunos mensajes en cuanto iba deslizando la barra de mensajes pudo ver la de Tweek, ya llevaban tiempo sin hablarse y eso que eran de chatear las veinticuatro horas de los siete días de la semana, una corriente de nostalgia llegó a él y claro también fue interrumpida por un chico gótico que estaba del otro lado del umbral. Guardó su celular y le miró antes de hablar.
— ¿Desde cuando conoces a Tweek? — preguntó acercándose al gótico.
El otro no tenía intenciones de contestar, se notaba que Craig no había cambiado mucho por su horrible memoria y su semblante de ser un busca pleitos. Desvió la mirada hacia las ventanas del edificio donde se podía ver a los estudiantes limpiando las ventanas, seguramente son chicos que se metieron en problemas y como castigo debían limpiar las ventanas.
Por supuesto esto al azabache le cabreó.
— ¿No me escuchaste?
— ¿Por qué debería responderte? — volteó a verlo y arqueó una ceja — ¿Acaso son novios o algo parecido para darte explicaciones de mi relación él?
— ...
¿Novios? ¿Craig estaba actuando como...?
— Tsk. ¿Qué estupideces dices? — preguntó retórico — estoy preocupado porque mi amigo se junta con personas como tú.
— ¿A qué quieres llegar con eso?
— Simple. Tweek puede ser muy influyente al estar cerca de personas problemáticas — respondió recordando las veces que el grupo de Stan lo orillaron a hacer cosas bastantes arriesgadas — y juro que si le enseñas a fumar, tatuarse o perforarse voy a...
— ¿Quieres decir que tú eres un santo de persona? — dijo sarcástico — como si no te conociera, niño problema ¿Acaso viste a Tweek empujar una niña para quitarle sus huevos de pascua? ¿O lo viste noquear a sus propios amigos? ¿Lo viste ser egoísta una sola vez?
Craig abrió los ojos con sorpresa ¿De dónde se conocían? ¿Cómo sabía todo eso?
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